Hubo un tiempo en el que los árboles de Navidad naturales se vendían en España de forma bastante corriente en los centros comerciales. Muchos tenemos en mente la imagen de los aparcamientos de algunos de estos grandes centros repleta de de abetos de Navidad de diferentes tamaños y precios, esperando a ser «adoptados» por sus respectivas familias.
Pero llegó un momento en el que, por diversos motivos, la idea de comprar un árbol de Navidad artificial se impuso claramente frente a la idea de hacerse con un árbol navideño natural, hasta el punto de que, en la actualidad, es bastante complicado encontrar tiendas que vendan abetos naturales para decorar la casa en Navidad.
Uno de los motivos es el económico, es obvio, pues llegó un momento en el que el precio de éstos superó el de los árboles sintéticos.
Y el otros gran motivo es puramente ecológico, o medioambiental, pues como puedes imaginar, la idea de «sacrificar» millones de árboles cada Navidad con el mero fin de adornar los hogares, resulta insostenible.
Aún así, hoy en día seguimos teniendo las dos opciones: comprar un árbol navideño natural vs comprar un árbol artificial, y para los dos casos podemos armarnos de razones, aunque sigue siendo más lógico, al menos como comportamiento colectivo, apostar por los árboles artificiales.
Ventajas de comprar un árbol de Navidad natural
Veamos cuáles son los principales motivos que nos pueden llevar a comprar un árbol de Navidad natural:
- La belleza de lo natural, no sólo por la apariencia a la vista de los abetos naturales, sino también por su olor y por todo lo que transmiten, es inimitable e inigualable. En este sentido, estaría más que justificado comprar un árbol de Navidad natural vs uno artificial, si no fuera porque son perecederos y porque, salvo que tengamos un jardín en casa (y aún así es complicado), no podremos mantener vivo un árbol de Navidad.
- Porque incluso hoy en día, el precio de un árbol de Navidad natural es más bajo que el de un árbol artificial del mismo tamaño, aunque el precio es relativo si tenemos en cuenta la duración de uno y otro.
Ventajas de optar por un árbol de Navidad artificial
Sin duda, como ya decíamos antes, comprar un árbol de Navidad artificial va a ser siempre más interesante desde casi todos los puntos de vista, menos desde el plano de las sensaciones, y el precio a corto plazo. Pero incluso en el apartado económico, si tenemos en cuenta la duración de éstos, resulta más interesante.
Destacamos, por tanto, las siguientes ventajas de comprar un árbol de Navidad artificial vs uno natural:
- Un árbol de Navidad artificial es mucho más limpio que uno natural, por el mero hecho de nos ser un organismo vivo, de estar fabricado con hojas sintéticas que no se desprenden tan fácilmente de las ramas como las de un árbol natural.
- Los árboles artificiales de Navidad se pueden desmontar fácil y rápidamente, lo cual es una ventaja a la hora de transportarlos, guardarlos ocupando menos espacio, etc.
- Un árbol de Navidad artificial no requiere apenas mantenimiento ni cuidados. Una vez pasan las fiestas navideñas, lo podemos volver a guardar en su caja, y hasta el año que viene.
- La duración media de un árbol de Navidad artificial es enorme, y dependerá del trato que le demos y de la calidad de los materiales de fabricación, pero no tanto de factores medioambientales que no podemos controlar, de plagas, etc.
- Un árbol sintético puede estar tanto en interior como en exterior, sin ningún tipo de problema, mientras que los árboles naturales que permanecen en interiores de forma continua, expuestos al calor y a la falta de humedad, mueren y se secan antes de terminar incluso las fiestas navideñas.
- Algunos árboles de Navidad sintéticos llevan luces incorporadas en sus propias hojas, como los árboles de fibra óptica, que son una opción para algunos compradores.
Como conclusión, salvo que tengamos un jardín y queramos plantar un árbol en éste que nos dé sombra en verano y que se preste a ser decorado en Navidad con luces, adornos y todo lo demás, no creemos que tenga demasiado sentido plantearse qué es mejor, si un árbol de Navidad natural o uno artificial. La respuesta está clara, por goleada.
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