Llega la Navidad y seguro que ya te estás planteando qué dulce de Navidad vas a hacer este año para celebrar las fiestas. Nosotros te vamos a proponer recetas de roscos de vino y, por supuesto, entre ellas te daremos la receta de roscos de vino más fácil y rápida, porque no queremos que, si no eres muy cocinillas, te quedes sin probar estos deliciosos dulces tradicionales.
Si te has fijado en la imagen, los roscos están gritando que te animes a hacer alguna de las más deliciosas recetas de roscos de vino que te vamos a enseñar.
Índice de contenidos
Recetas de roscos de vino
Seguro que estás deseando ver las recetas de roscos de vino que hemos preparado, pero antes, queremos hacerte un resumen de las recetas que te vamos a proponer a lo largo de esta guía, de manera que sepas de antemano todo lo que te espera hoy si te quedas con nosotros.
Entre las muchas variantes de roscos de vino que existen, hemos elegido cuatro que nos han parecido interesantes. Y las ganadoras van a ser:
- Roscos de vino fáciles
- Roscos de vino de la abuela
- Roscos de vino andaluces
- Roscos de vino dulces
Cualquiera de las recetas que elijas va a ser una excelente opción para sorprender a todos en Navidad, y es que, estos roscones son realmente deliciosos. Además, seguro que cuando veas cada una de las recetas pensarás en cómo no los has hecho antes por lo sencillos que te van a parecer.
Roscos de vino fáciles
Vamos a comenzar viendo la receta de roscos de vino más fáciles, o al menos la que a nosotros nos ha parecido más sencilla de entre todas las que hemos encontrado. Pero lo mejor es que la leas y decidas tú mismo si te parece sencilla. ¡Vamos a verla!
Ingredientes:
- 300 gr. de harina.
- 100 ml. de vino blanco.
- 4 gr. de levadura.
- 50 gr. de azúcar
- 200 ml. de aceite de girasol.
- La ralladura de un limón.
- 1/2 cucharadita de anís en grano
- Canela molida a gusta
- Almíbar c/n.
Elaboración:
- Para preparar unos deliciosos roscos de vino, lo primero que haremos será echar en un bol grande todos los ingredientes, menos la harina y el almíbar. Mezclamos a conciencia.
- Ahora iremos incorporando la harina de poco en poco mientras amasamos, hasta echarla toda. Seguimos amasando hasta que tengamos una masa fina y suave.
- Cogemos trocitos de la masa y le hacemos la forma de rosco. Lo más fácil es hacer un «churro» y enroscarlo sobre sí mismo, haciendo presión sobre los extremos.
- Vamos colocando los roscos sobre una bandeja de horno engrasada y enharinada, evitando ponerlos pegados unos con otros. Ten en cuenta que van a crecer y pueden pegarse entre ellos.
- Metemos la bandeja en el horno precalentado a 170º y los dejamos hasta que estén dorados (unos 10 minutos). El tiempo puede variar de unos hornos a otros, de manera que no los pierdas de vista.
- Para terminar, sacamos la bandeja, pasamos lo roscos de vino por un almíbar y por azúcar y dejamos que se enfríen por completo. ¡Listo!
Roscos de vino de la abuela
Vamos a seguir con las recetas de roscos de vino y le toca ahora el turno a los roscos de vino de la abuela, porque, ¿cuáles van a ser mejores que los que siguen las recetas más tradicionales?, seguramente ningunos.
Para que veas todo el proceso, te vamos a dejar un vídeo en el que se explica todo el proceso paso a paso. En esta ocasión los roscos no se van a hornear, sino que se van freír en aceite… el resultado desde el otro lado de la pantalla, es realmente apetecible.
Roscos de vino andaluces
Pasamos ahora a ver la receta de roscos de vino andaluces, aunque nos ha costado decantarnos por una receta, ya que, dependiendo de la parte de Andalucía, los roscos se hacen de una forma u otra. Tras dar vueltas, nos hemos decantado por unos roscos de vino que son concretamente cordobeses.
El vídeo dura poco más de cinco minutos y, en él, se explica de forma muy natural y simpática cómo hacer unos roscos de vino fáciles y rápidos.
Roscos de vino dulce
Terminamos ya con las recetas de roscos de vino, viendo los roscos de vino dulce. En esta receta, volvemos a preparar este dulce en el horno, cosa que algunos agradecerán al no empaparse el dulce en aceite, como ocurre cuando los freímos.
La particularidad mayor de esta receta es que cambiamos el vino blanco normal, por un vino blanco dulce y, resultado, no es mejor ni peor, simplemente es algo que va con gustos.
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